martes, julio 15, 2003

La piedra y el pozo
gdscks


Desde Estados Unidos nos llega este pequeño enigma sobre la muerte real de un político norteamericano. "Causas y azares que llevaron al accidente aéreo del senador Wellstone, algo más que conveniente para la ultraderecha norteamericana. Probabilidades muy sugerentes..." (Publicado en anceo.com)



El bimotor Beechcraft King Air A100 había hecho su viaje sin novedad desde el aeropuerto de las ciudades gemelas Minneapolis- St Paul, según los registros del control de tráfico aéreo, hasta un par de millas de su destino; la terminal aérea de Virginia-Eveleth. Por debajo de los 700 pies, pasada la más baja capa de nubes, el pequeño aeropuerto apareció claramente a la vista del Capitán Richard Conry, con la visibilidad reducida, aunque mayor que la mínima requerida, de más arriba. El capitán estaba certificado como piloto de transporte de la línea, la más alta calificación, pero eso no evitó que tres minutos y 17 segundos antes la nave hubiera comenzado a descender desviada de la pista de aterrizaje.

Había salido de las ciudades gemelas el día 25 de Octubre de 2002 a las 9:37 a.m.; a las 9:48 había recibido permiso de ascender a 13.000 pies. El joven co-piloto Michael Guess estaba certificado como piloto comercial. En la carta de navegación estimó el desplazamiento del avión hacia el norte y por enésima vez se asombró de la lentitud conque se movían los vehículos por la carretera interestatal I-35 y luego por la estatal 53, siguiendo su mismo rumbo.

Wellstone no era precisamente un viajero audaz y no había forzado el vuelo en modo alguno. Alguien le dijo que dos aviones menores Beech Queen recién habían aterrizado hacía unas dos horas en la misma pista en condiciones menos ideales y temperaturas más bajas.

El Beechcraft sólo había tenido dos problemas en los últimos seis años. Su avión estaba equipado con mecanismos duales de deshielo. No había grabadora de voz de la cabina porque no lo requerían las reglas para este avión. Si se sumaba todo eso a la calificación de la tripulación, no había porque estar inquieto. Pero lo estaba, porque sentía la inquietud de los que van a morir. Recordó la anécdota que tanto repetía sobre lo que le habían dicho; que hablaba mucho. Decidió no hablar.

Consideró su decisión de votar en contra de autorizar a cualquier administración ir solos a una guerra. Sería mejor trabajar con los aliados para desarmar al enemigo. Recordó sus palabras recientes dentro del marco de la campaña electoral: “No represento a las compañías farmacéuticas, ni a las grandes petroleras, ni a la gran industria de los seguros, ni a las inmensas instituciones financieras sino, ustedes saben, yo represento al pueblo de Minnesota”. Según las encuestas ya comenzaba a despegarse en su carrera con Norm Coleman y esto podría significar el control del Senado y por consiguiente estarían involucrados billones de dólares, que bien valían la muerte de alguien. “Soy como una piedra en el brocal de un pozo, sólo un empujoncito…” pensó.

Miró hacia abajo y vió tantos pequeños e inocentes vehículos rodando por las carreteras y se preguntó a sí mismo si alguno de aquéllos llevaría a bordo un sistema electrónico VOR/ILS que enviara una señal codificada a este avión en el momento de aterrizar….¡Plafff…! La jefa del Buró Nacional de Seguridad del Transporte, Carol Carmody, es gente de la CIA, y se dice que la CIA hizo eso a un gobernante latinoamericano. Sólo para tranquilizarse miró a Sheila, que ya lo había estado observando, algo característico de las esposas, más aún cuando uno tiene esclerosis general. Luego puso tiernamente sus ojos en Marcia que dibujaba con su dedo en el cristal.

Le dieron via libre para descender hacia Eveleth a las 10:01 y le informaron que podría encontrar lluvia helada entre los 11.000 y los 9.000 pies. El capitán Richard Conrad comenzó a descender a las 10:10 y efectivamente cruzó la franja helada en la altura predicha sin dificultades. A las 10:18 le dieron via libre para aproximarse al aeropuerto. A las 10:19 y a 3.500 pies de altura comenzó a apartarse de la trayectoria correcta. Fue visto desde tierra por última vez a las 10:21 y 1.800 pies de altura. Asumiendo un movimiento uniforme, aproximadamente 1.294 minutos más tarde estaría a unos 700 pies, descendiendo en un ángulo mucho mayor que el debido, “casi en picada”, según un testigo ocular. Wellstone nunca llegó al funeral de su suegro.

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